Las tecnologías 3D cada vez tienen más aplicaciones en la medicina, desde el desarrollo de implantes o prótesis individualizados, hasta la impresión en 3D de medicamentos personalizados y adaptados a los distintos pacientes.

Para nadie es un secreto la revolución que significa la impresión de medicamentos en 3D, ya que puede facilitar mucho el día a día de las personas polimedicadas o con pocas posibilidades terapéuticas.

La impresión de medicamentos en 3D es un sistema que, dependiendo de las técnicas que se utilicen, consiste básicamente en crear un solo medicamento con varios principios activos distintos, “combinar distintos fármacos dentro de una forma farmacéutica, como si dividiéramos un solo comprimido en distintos compartimentos.

Esta técnica supone una gran ventaja para los pacientes que toman varios medicamentes distintos y para distintas patologías varias veces al día, pudiendo ingerir toda su medicación en un solo comprimido o polipildora, como se conoce popularmente.

Gracias a ésta, será posible, en un futuro no muy lejano, fabricar medicamentos personalizados, con la dosis exacta de fármaco y seleccionando los excipientes, geometría, forma farmacéutica y color más adecuados según las características y requerimientos del paciente. Existen numerosas técnicas de impresión 3D de las cuales, en esta revisión, se describen tres de ellas, cada una con sus ventajas e inconvenientes:
· Estereolitografía (SLA)
· Modelado por deposición fundida (FDM)
· Microjeringas con presión asistida (PAM)

Lo anteriormente dicho nos habla de que la industria farmacéutica se encuentra ante una emergente técnica de fabricación aditiva que ha comenzado a abarcar muchos sectores industriales e influir directa e indirectamente en la calidad de vida de los personas, al permitir la personalización de los tratamientos de los pacientes, mejorando la biodisponibilidad de fármacos que presentan problemas de disolución o combinando toda la medicación de un paciente en una sola forma farmacéutica de toma diaria.

“El primer fármaco en 3D aprobado por la FDA fue el Spritam en 2015, un medicamento para tratar la epilepsia”.

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