Consultar de inmediato con un especialista es la salida más oportuna.

 

Presentar una alergia a determinado medicamento es una reacción anormal del sistema inmunitario a determinado productos.  Los signos o síntomas más frecuentes son urticaria, erupción o fiebre. Igual puede provocar reacciones graves como la anafilaxia, una afección que puede poner en riesgo la vida y que afecta múltiples sistemas del cuerpo.

No obstante, la FDA de Estados Unidos considera oportuno aclarar que la alergia a los medicamentos no es lo mismo que un efecto secundario, que es la posible reacción conocida que se enumera en la etiqueta de los medicamentos. Ésta también se diferencia de la toxicidad que puede ocasionar la sobredosis de medicamentos. El organismo de salud manifiesta que, si bien cualquier medicamento puede causar una reacción alérgica, algunos están más relacionados con las alergias, entre ellos:

  • Antibióticos, como la penicilina.
  • Analgésicos, como la aspirina, el ibuprofeno y el naproxeno sódico.
  • Medicamentos de quimioterapia para el tratamiento del cáncer.
  • Medicamentos para enfermedades autoinmunitarias, como la artritis reumatoide.

Por lo regular, los síntomas o las lesiones en la piel desaparecen pocas horas después de la retirada del medicamento, aunque, dependiendo del tipo de reacción, también puede darse el caso de que persistan días o semanas. En los casos en que se vea comprometida la vida, como la falta de aire, entre otros, llamar al 911 de inmediato o acudir al centro de salud más cercano.

El protocolo establecido de manera general para el tratamiento puede abarcar antihistamínicos, broncodilatadores y corticosteroides aplicados en la piel o administrados por vía oral o intravenosa.

Cabe destacar que en lo adelante se debe evitar el fármaco desencadenante y otros medicamentos similares. Y si resulta imprescindible un medicamento al que una persona es alérgica se puede realizar una desensibilización o inducción de tolerancia.

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