Se trata de un proyecto pionero e innovador que promueve un sistema de reciclado en beneficio del medioambiente y del sector farmacéutico.
Fruto de la colaboración entre la industria farmacéutica, las farmacias y las empresas de distribución farmacéutica, en 2001 se puso en marcha SIGRE, entidad sin ánimo de lucro que se encarga de la gestión medioambiental de los envases y restos de medicamentos que se generan en los hogares, de origen español.
Por igual, la organización preside la Red Iberoamericana de Programas Posconsumo de Medicamentos, una organización que agrupa a los principales sistemas iberoamericanos de gestión de residuos de medicamentos. Los miembros fundadores de la Red son SIGRE (España), Corporación Punto Azul (Colombia) y SINGREM A.C. (México).
Con la firma del acta de constitución de la Red Iberoamericana, se avanza en una de las primeras acciones contempladas en la Declaración de Cartagena de Indias, que las tres entidades suscribieron el pasado mes de junio. La misma tiene como objetivo que los diferentes Programas Posconsumo existentes, o que se vayan creando paulatinamente en América Latina por iniciativa de la industria farmacéutica, den respuestas comunes y eficaces en cada país al reciclado de los residuos de medicamentos que se generen en los hogares, para que favorezcan la protección del medio ambiente y la salud de los ciudadanos.
SIGRE se perfila como el modelo a seguir por los nuevos países que vayan a implantar estos Programas, como ya ha ocurrido en los casos de Colombia y México, los dos primeros países de América Latina en desarrollarlos. Gracias a éste se evita que los restos y envases de medicamentos se tiren a la basura o por el desagüe, con el consecuente perjuicio para el medioambiente. Además, fomenta la revisión periódica del botiquín para evitar la acumulación de medicamentos y la automedicación incontrolada. Y ha promovido que los planes de prevención y ecodiseño de los laboratorios hayan reducido en un 25% el peso de los envases de los medicamentos.
Desde farma.do confiamos en que pronto, la República Dominicana se sume a esta interesante iniciativa que presenta un esquema que permite cerrar ordenadamente el ciclo de vida del medicamento de manera sostenible.
