La Comisión Europea plantea que los gobiernos puedan obligar a las farmacéuticas a ceder sus patentes de la vacuna contra la COVID-19.

A un precio “asequible”, como una forma para poder acelerar su producción y aumentar su distribución, la Comisión Europea, con sede en Bruselas, propone a la Organización Mundial del Comercio (OMC), una cesión voluntaria de las patentes de las vacunas contra el coronavirus.

El Ejecutivo comunitario considera que al momento es “el instrumento más eficaz para facilitar la expansión de la producción y compartir los conocimientos técnicos necesarios”.

El Ejecutivo considera que “la pandemia es una circunstancia de emergencia mundial”, por lo que en caso de que las farmacéuticas se nieguen a compartir la patente de su vacuna a una empresa dispuesta a fabricarla, los Gobiernos pueden forzar a los laboratorios a transferirla a un precio prudente; incluyendo la exportación de la vacuna a países que no tienen la capacidad para producirla.

“La Unión Europea plantea soluciones concretas a corto y medio plazo para garantizar el acceso universal a precios asequibles”, dijo la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, que discutirá esta propuesta con los líderes del G7 este próximo viernes.

La noticia no ha caído muy bien en el sector farmacéutico, sobre todo porque se entiende las ganancias serian mínimas o nulas.