Las ganancias superan los 700 millones de dólares en un período marcado por las restricciones y políticas gubernamentales para hacer frente al COVID-19.

La industria farmacéutica dominicana, que el año pasado movió alrededor de 700 millones de dólares en ventas se vislumbra como uno de los sectores con mayores oportunidades de crecimiento a largo plazo, especialmente por los avances significativos en exportaciones, empleo y monto comercializado, mismos que responden al plan de negocio del sector. De este monto total, el 90% pertenece al mercado ético (medicamentos de marca), con más de 50 millones de unidades vendidas, y el resto al popular (genéricos y de venta libre), que alcanzó 10 millones de unidades.

En medio de la actual pandemia propiciada por COVID-19, estas cifras permiten a los ejecutivos de las casas farmacéuticas realizar un pronóstico asertivo sobre el futuro de la industria, con la finalidad de poner de manifiesto la realidad actual y los efectos de la crisis sobre ésta y sus principales segmentos: medicamentos de prescripción, fundamentalmente de marca; genéricos y medicamentos de venta libre o sin receta, los cuales no presenta un crecimiento paralelo, dado que el mercado no es homogéneo en todos los casos.

Ante este panorama, lo que sí queda claro que la pujante industria farmacéutica local, que ha resultado una pieza clave para enfrentar la pandemia, se mantiene activa y lista para ofrecer a la población una oferta de calidad y oportuna ante las distintas necesidades que presenten. Las ganancias obtenidas así lo demuestran.

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