Estos consejos te serán de gran ayuda para atender a este tipo de consumidores en tu farmacia y, con ello, aumentar la posibilidad de venta.

Calma

La primera regla es mantener bajo control tus emociones; recuerda que quien sufre algún trastorno que le produce dolor o molestia, por lo general se muestra hostil, y si reaccionas del mismo modo, sólo agravarás la situación. Por tanto, debes concentrarte en lo que desea el cliente, y no en sus actitudes. Con ello, además de evitar un conflicto con el comprador, lo despacharás con mayor rapidez y reducirás el tiempo de atención, lo cual agradecerán ambos.

No es personal

El enojo es una manera de manifestar frustración, la cual ha sido propiciada por situaciones ajenas a ti; quizá el malestar provenga de un tratamiento médico largo y doloroso, o el consumidor tuvo que esperar demasiado tiempo en el hospital para que lo atendieran y, finalmente, todos estos contratiempos “explotaron” en la farmacia. Ante esto, el mejor camino a seguir es atender con mayor afabilidad al cliente disgustado.

A su lado

No veas a tu cliente como un adversario, sino como aliado que está solicitando ayuda; así que, en el lugar de pararte en el lado opuesto, ubícate junto a él, pues ambos están ahí con el propósito de resolver el mismo problema; puedes usar frases como: “Lo siento mucho, ahora solucionaremos este asunto”; esto no solo te ayuda a establecer una conexión, también a disminuir su malhumor.

Hasta la próxima!

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